El 25 de Febrero el Pueblo de Aranguren se vistió de “galo”, mejor dicho de “gala”. ¡Aranguren brilló con luz propia!
Para empezar, las calles y los barrios de Aranguren recibieron con alegría y sorpresa este desfile que, sin ninguna duda, superó las expectativas de la organización.
Después de una hora larga de paseo, el desfile se dirigió hacia Ibarrekolanda. Allí, lo que habitualmente es una cancha deportiva, se había convertido en un ordenado y bien dispuesto salón comedor. Al fondo, la txosna surtida de variadas pócimas; ocupando toda la cancha, las mesas corridas que auguraban alta participación; y en el medio, un escenario debidamente decorado que anunciaba un día alegre y con marcha.
Tras degustar un suculento menú y con el estomago ya apaciguado, se dio paso a la animadora infantil, que sorprendió a los más pequeños cuando apareció vestida de druida. Surgió de la nada volando entre las mesas, agitando dos raquetas sin cuerdas a modo de alas mágicas.
Al mismo tiempo, muchos aficionados no quisieron faltar a la cita que tenía el Histórico en el San Juan y se acercaron para animar. Aunque el resultado no fue el esperado, pronto se olvidó y se recuperó el ánimo, -sabían que la fiesta continuaba-.
Cuando terminó la animadora y los aficionados del Aranguren fueron regresando, se procedió a la entrega de premios del concurso de tostadas que, como no podía ser de otra forma, quedaron en casa.
Sokatira, “lanzamiento de romano” y “captura de cerdo” fueron las actividades que tuvieron a la gente entretenida hasta que el aire del recinto empezó a oler a chocolate. La gente se fue acercando a recoger su tacita de chocolate caliente y, tras saborear el estupendo y reconstituyente brebaje, DJ Troner se apoderó tímidamente del espacio musical y consiguió cambiar de tercio.
Se acercaba el tramo final de la fiesta y el DJ local fue subiendo tanto el ritmo como el volumen. Después de una brillante sesión musical la gente fue abandonando el recinto, unos siguieron la fiesta por su cuenta y otros se fueron a casa a descansar.
La organización hace un balance muy positivo ya que lo que comenzó como una mera ilusión, se convirtió en una realidad por encima de cualquier expectativa. La organización focaliza el éxito de la fiesta en el alto nivel de participación y agradece a todo el pueblo su implicación en esta espontanea fiesta que, sin lugar a dudas, repetirá espacio en el Calendario Anual de Fiestas 2013.
